lunes, 21 de julio de 2008

Alemania vence a Puerto Rico (96-82) y se clasifica para Pekín

Alemania acompañará a Croacia y Grecia como clasificados del torneo preolímpico de Atenas, tras derrotar a Puerto Rico. La actuación de Nowitzki fue, una vez más fundamental, aunque hoy contó con la aportación de Kaman, Greene y Hamann, rindiendo a muy buen nivel


Dirk Nowitzki ha cumplido su deseo de defender la camiseta de Alemania en los últimos Juegos de su carrera deportiva dentro del equipo nacional germano, que en otra tarde de alta efectividad anotadora como la que descargó contra Brasil en cuartos de final, apeó a Puerto Rico de la cita olímpica en Pekín 2008.

Las dos selecciones se lanzaron como lobos a por la última posibilidad de sumarse al campeonato olímpico. Una, la europea, con convicción, mucho acierto y, después de todo, mejor juego. Otra, la antillana, con idéntica convicción, aunque muchísima menos eficiencia y, en consecuencia, peor baloncesto. Es así de fácil.

Ese es el motivo de que Alemania se haya unido a los once conjuntos que ya habían reservado plaza en la capital asiática: Grecia y Croacia desde la competición ateniense; España como campeona del mundo; China en calidad de anfitriona y, otros siete países -los Estados Unidos, Angola, Lituania, Rusia, Argentina, Irán y Australia- a través de sus respectivos torneos continentales.

El ritmo de las posesiones lanzó el choque hacia un marcado elevado, pero Puerto Rico extravió la brújula tiradora y, cuando la recuperó, ya era demasiado tarde. Nadie pensó en reservar fuerzas ni en meterse en conjeturas absurdas. Alemania y Puerto Rico salieron a tumba abierta, si bien sólo la primera mantuvo el tono.

En un principio, los europeos cargaron la suerte en el juego interior, donde Nowitzki y Chris Kaman, la pareja de la NBA, acapararon la labor realizadora. Luego, y eso hizo muchísimo daño a los caribeños, ampliaron la potencia de fuego desde la larga distancia.

Los americanos, como cabía esperar, buscaron el éxito desde el perímetro de la mano de José Juan Barea, Larry Ayuso y Carmelo Lee, pero con una gran colaboración por parte de Peter John Ramos, que aportó consistencia mientras Puerto Rico funcionó adecuadamente a la zona del campo donde peor lo pasa la formación boricua.

Ambos equipos partieron y midieron fuerzas sin contemplaciones hasta el intervalo. Luego, el desacierto en el tiro borró del mapa al conjunto borinque. Bueno, el desacierto y el excelente trabajo desempeñado por los alemanes, en conjunto, no sólo en el recurrente caso de Nowitzki.

Los asaltos iniciales, prácticamente todo el primer cuarto, discurrió entre un intenso marchamo en medio de un enfrentamiento entre los dos pívot alemanes y los exteriores de Puerto Rico. El envite se saldó con unas tablas virtuales (22-23) y dos minutos de merecido descanso antes de que Alemania comenzase a sacar partido de la superioridad física, del talento de Nowitzki, del respaldo que Kaman le presta y, sobre todo, de un incesante goteo de aciertos muy bien medidos y de gran oportunismo sobre el aro adversario mérito de bases, escoltas y aleros.

El segundo tramo marcó el destino del choque. Un empate a veintiocho (m.13) selló la fase de igualdad y equilibrio para dar paso a una etapa de indefinición con parciales alternativamente favorables a una y otra selección que acabó con un 7-0 y 48-39 para Alemania al final del primer tiempo. La suerte estaba casi echada. No por el margen, sino por las dificultades que evidenciaba la selección puertorriqueña.

Puerto Rico aún tenía margen, pero para explotarlo necesitaba efectuar una buena selección de tiro y alcanzar promedios razonables. Y ahí radicó la eliminación del conjunto dirigido por Manuel Cintrón. Sus porcentajes de tiro, muy por debajo de los de su rival, le privaron de toda esperanza frente a la Alemania más equilibrada de toda la competición.

Nowitzki ejerció nuevamente de líder indiscutible y de máximo anotador -32 puntos-, pero de manera menos exclusiva que otras veces. El técnico alemán acertó al buscar mayor presencia, de forma completamente calculada, de los hombres de perímetro en distintos sistemas ofensivos. Eso hundió al equipo antillano.

En particular la escasa puntería que exhibió desde el arco de triples, donde los nibelungos volvieron a mostrarse tan demoledores como en el choque de los cuartos de final contra Brasil. Las baterías alemanas desmoronaron el castillo puertorriqueño con impactos precisos y ajustados.

Al final del tercer tramo, cuando las opciones americanas habían caído por los suelos (74-68), los números hablaban por si mismos: los europeos presentaban once canastas triples en diecisiete intentos (67 por ciento) frente a un desolador cinco de dieciséis (31 por ciento).

Los voz del técnico boricua, Manuel Cintrón, resonaba poco después entre las cuatro paredes del magnífico pabellón OAKA, cuyo aspecto con 4.000 espectadores -admite en torno a 18.000- distaba mucho del que presentó la noche anterior para presenciar la semifinal en la que Grecia conquistó la clasificación olímpica contra los propios puertorriqueños-

Cintrón gritaba a sus jugadores que todavía quedaba tiempo y les pedía \"buena selección de tiro\". Lógico, porque el bloque caribeño cavó su propia tumba por una bajísima eficacia anotadora (81-65 m.36). Puerto Rico sólo ya sólo podía lanzarse a una presión desesperaba y esperar un milagro. Lo malo es que los milagros suceden muy de vez en vez. Para el Mundial de Turquía 2010 sería menos arriesgado dejar los deberes hechos en el Torneo de las Américas.

.- Ficha técnica:

96 - Alemania (22+26+26+22): Steffen Hamann (19), Greene (15), Wysocki (-), Kaman (10), Nowitzki (32) -cinco inicial-, Femerling (4), Roller (5), Schultze (3) y Garrett (8).

82 - Puerto Rico (23+16+19+24): Barea (18), Ayuso (15), Lee (7), Sánchez (12), Ramos (16) -cinco inicial-, Rivera (12), Santiago (2), Falcon (-), Villafañe (-) y Mojica (-).

Árbitros: Giersch (AUS), Dos Santos (BRA) y Voreadis (GRE). Excluyeron por personales a Sánchez (m.36) y Lee (m.40).

Incidencias: encuentro correspondiente a la final del Torneo Preolímpico masculino para los Juegos de Pekín 2008 disputado en el pabellón OAKA de Atenas ante unos 1.500 espectadores.

No hay comentarios: