viernes, 23 de abril de 2010

CUANDO HUELES A MUERTO -Joan Albert Cuadrat-




Joan Albert Cuadrat, entrenador de Hondarribia Irun las dos últimas temporadas, ha escrito un artículo para Minuto 41 en el que nos da su particular visión de como ha sido para su equipo la Temporada 2009/2010. Espero que disfrutéis de la lectura.


Al deporte se le define de infinidad de maneras, pero para mi la más acertada actualmente es la compararlo con una montaña rusa.

Os voy a explicar mi montaña rusa del deporte, quizá alguno de vosotros estéis en el vagón de delante, o por el contrario en una montaña muy diferente. Pero supongo que esa es la gracia de los parques de atracciones, que cada uno es diferente.

Llega el 1 de septiembre y entras en el parque de atracciones (vestuario en nuestro caso), te sientes como el niño que desde la taquilla ve la montaña rusa mientras su padre está sacando los tiquets. A medida que el niño pequeño se acerca a la montaña rusa va viendo la silueta del circuito, sus puntos altos, los rápidos, las curvas cerradas… Pero lo que más le cautiva son los gritos de sus visitantes, él cree que no va a gritar que va a pasar por la montaña rusa como de puntitas. Santa inocencia la de este niño o quizá la de este entrenador que os escribe, que en su momento pensó que a él no le iba a pasar…

Luego empiezan los entrenamientos de pretemporada, ese tiempo de espera antes de la atracción, que por corto que sea siempre se le hace largo al chiquillo el período de espera en la cola. Te preparas física y mentalmente pero en realidad solo te sirve para obsesionarte con lo que ves desde ras de suelo.

Pero llega su turno, su momento por el que ha estado esperando, se sienta en su vagón correspondiente. Empieza lento, incluso le parece por un segundo que ya es demasiado mayor para esta atracción, te ves sobrado… Pero amigo, no tardas en tener la primera curva peligrosa, esa primera derrota inesperada o en mi caso, la lesión de Jovana Rad. Allí das el primer grito, sabes que no puedes gritar mucho por que falta todo el circuito y seguro que te tendrás que enfrentar a cosas peores. El niño lucha para que su padre no le vea asustado tan pronto.

Ya llegas mareado a la segunda curva, esa derrota inesperada en casa contra Sóller a la que se le suma la lesión de Maria Revuelto. Pero el niño es fuerte, ha llegado con mucha ilusión y está más valiente que nunca... Sumas un par de victorias seguidas, estás en posición cómoda, incluso en lo más alto de la montaña rusa viendo la ciudad a tus pies, incluso con desprecio… Piensas que nadie te puede volver a hacer gritar, que la Copa está cerca, que cuando recuperes a Jovana y Maria vas a tener al mejor equipo…

Y justo allí en ese momento… AAAAAAAAAHHHH!!!! Se lesiona tu base, tu pívot tarda en recuperarse mas de lo previsto y tu escolta recae de la lesión… No puede ser, pero si yo era “Dios”, si prometí ya no gritar más en ninguna montaña rusa…

Y sin darte cuenta estas en un lob, y en otro y ahora una curva a derecha y otra a izquierda y arriba y abajo, del revés y del derecho, esto parece no terminar nunca, cuando dejaremos de perder, ya son 8 las derrotas seguidas, ya nos han atrapado todos los equipos de abajo, ya no dependemos de nosotros…

Pero cuando peor estás, cuando eres un entrenador que “hueles a muerto” y los buitres carroñeros ya están llamando a la puerta de tu casa… ganas en Olesa… te invade una tranquilidad, te parece que esas 8 curvas cerradas han sido como mil kilómetros que no terminaban jamás…

Perdón, es que no terminaban, allí al frente la peor curva de todas, el partido contra Ibiza, ganar significa casi salvarse y perder seria… no quiero ni pensar lo que seria…

Aprietas los dientes, te mentalizas y coges esa curva con más ganas que ninguna, crees que a media curva te vas a venir a bajo pero no,… ni has gritado, la has superado con oficio y veterania.

Esto se acaba, depende de ti este último tramo. No es sencillo pero nada comparado con lo que llevas a la espalda. Como entrenador sigues apestando a muerto, y tus “amigos” los buitres te miran desde arriba o desde el otro lado del teléfono del club a ver si caes de una vez. A ver si no aguantas ese último mes, esas últimas 4 curvas en las que ya ves el final al horizonte…

Pero resistes, el niño resiste gracias al padre que tiene al lado, resistes gracias a los fieles compañeros de viaje, a la fe depositada en tus compañeros de vagón y en que aquí todos hemos gritado a la vez.

Solo le faltan 10 metros, estas en Canoe a 40 minutos del final de la montaña rusa… y ese final es espectacular, parece que esas curvas que te fueron interminables ahora son cosa de niños.

El chiquillo llega al final, incluso durante el viaje alguna que otra carcajada ha salido sus labios.

Bajas del vagón lentamente como hace ese niño, miras a tus acompañantes, a tus familiares, incluso a los buitres que te han acompañado durante las ultimas curvas y les dices con ojos llenos de ilusión…

NOS VOLVEMOS A MONTAR?! VOLVEMOS A ENTRENAR?!

Joan Albert Cuadrat.
foto: Hondarribia Irún

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